Morder la manzana, de Leticia Dolera.

Morder la manzana.

No puedo creerme que todavía no haya hablado sobre este libro. Quizás uno de los mas trascendentes para mi hasta ahora.

Quizá es que esté madurando como lectora durante este último año, y esa es la causa de que esté leyendo muchos más libros de no ficción. O quizá, debido a mi súbito cambio de vida, también necesitaba un cambio de aires respecto a la lectura. Si alguno de los libros que me he leído este año me ha llegado y me ha hecho reflexionar, es este.

¡Ser feminista es la moda! Pues si. Para que nos vamos a engañar. Pero a diferencia de muchas otras modas ridículas y estúpidas, al menos esta trae muchas cosas buenas. Primero, la visualización de este movimiento en redes sociales está siendo masivo, por lo que se esta llegando con estas ideas a muchas mujeres jóvenes, suerte que yo no tuve cuando estaba pasando esa odiosa adolescencia. Y segundo, por los cambios que se están promoviendo, y la ola de presión que se está metiendo a toda la sociedad por cambiar nuestra mentalidad machista, misógina y retrógrada. Pero basta de cháchara. Que esto no es una clase de política. ¡Hablemos sobre el libro!

Es, en realidad, el primer libro sobre ideas feministas que leo. Por lo que quizá las personas mas versadas en este tema les parezca un libro más bien con poca chicha. Yo he de decir que me parece el libro perfecto para una introducción sobre feminismo, da igual la edad que tengas. Te da conocimientos generales de historia sobre este movimiento, vocabulario, ideas básicas... Es muy sencillito de leer, con explicaciones concienzudas sobre temas muy importantes y muy básicos en este mundo del feminismo. Y todo ello mezclado con alguna historia personal. Leticia está tan cercana que casi sientes como si todo esto te lo estuviera explicando una amiga tomando un café.

Solo tengo una palabra para describir la sensación que me dejó este libro: Empoderada. Si tienes ocasión de echarle el guante, sobre todo si es un tema que te interesa pero no sabes donde empezar, este libro es el primer paso (de un camino por el que no dejarás de caminar, porque ya sabes lo que dicen, una vez te pones las gafas feministas de ver el mundo, no hay vuelta atrás). Además, vas a encontrar muchas referencias a otras fuentes, con lo que tendrás una guía de por donde seguir caminando y aprendiendo un poquito más. Si es que digo yo que por algo está en el horno la décima edición en a penas seis meses...

Mi libro favorito del año.

¿Dónde vamos a bailar esta noche?

No de donde iré, pero después de leer este libro estoy dispuesta a dejarme guiar a donde me lleve la vida.

No sabía que esperarme de este libro cuando lo compre y, seamos sinceros, sólo lo hice porque Mery Turiel ( Instagram @meryturiel) lo ha recomendado hasta la saciedad y pensé ¿por qué no? Así que me le encontré un día de estos que entras en tu librería favorita simplemente a darte un paseo, como un runner por el parque. Lo vi, y sin duda no me atrajo su portada, con ese color que parece que el libro esta sucio (de verdad, ¿a quién se le ocurre?), pero tenía que comprarmelo. Y así, sin conocerle de nada, y sin parecerme nada atractivo, me enamoré. ¿Cuál es la moraleja de este cuento? No juzgues a un libro por su portada, sin referirnos precisamente al significado metafórico de esta frase, más bien al literal.

¿Que de qué trata este libro? La verdad es que trata de todo y nada. Cada capítulo es una pequeña historia, o aprendizaje, en el que el autor te cuenta pequeñas anécdotas de su vida, o cortos hilos de pensamientos. Y a pesar de no tener ninguna trama concreta, te atrapa. En un mismo capítulo de 4 hojas, me ha hecho reír (Sí. Reírme en alto. En medio del metro. Con gente mirando. Eso no te lo perdono Javier Aznar.) y llorar, casi al mismo tiempo. Que parecía una histerica bipolar con un ataque. 

Ahora en serio. Es un libro que con las cosas mas sencillas de la vida, consigue removerte por dentro. El arte que tiene El Guardián Del Centeno para hacer magia solo con palabras me tiene maravillada, y como dice el en el libro, es un autor del que me leería hasta sus listas de la compra. De hecho, ya no hay semana que no me pierda sus artículos en la revista online Vanity Fair, y por supuesto, absorbo cada palabra que publica en instagram (@guardiancenteno). 

No hay mucho más que desvelar sobre este libro, simplemente que, de verdad, no podéis estar sin leerlo. Es una obra de arte hecha de papel, tinta y palabras. Empecé marcando mis capítulos favoritos, pero llegó un punto en que vi absurdo doblar cada una de las páginas, así que me resignaré a releerlo entero una, y otra, y otra vez.

Si lo habéis leído, por favor escribidme en los comentarios porque necesito hablar sobre este libro (aunque no se si una vez empiece lograréis pararme).

Mar.