Reseña: El sabor de tus heridas (Ciclo de Dreaming Spires #3), por Victoria Alvarez

¡Buenas a todos! hoy os traigo la reseña , sin duda, uno de mis libros favoritos de este año. Un fascinante cierre de trilogía donde, por fin, atamos todos los cabos y tenemos nuestro gran final, feliz o no, para nuestros tres grandes periodistas, Alexander, Oliver y Lionel.

Si queréis conocer un poco mis pensamientos a cerca de los dos anteriores libros de la trilogía os dejo aquí el enlace para Tu Nombre Después e la Lluvia, y para Contra la Fuerza del Viento.

Como es lógico, no puedo contaros a penas nada sobre la trama del libro porque no quiero desvelar ni una miguita sobre los libros anteriores, así que voy a tener que daros pinceladas por encima de mis pensamientos sobre este libro.

Lo primero que quiero deciros es que, a pesar de haber oído que la gente creía que era el peor de los tres, para mi ha sido mi favorito. Una de las razones es que nuestra trama va a girar totalmente en torno a nuestros protagonistas y esa gran historia que Victoria ha ido hilando durante toda la trilogía. Por fin atamos cabos, por fin nos centramos en ellos y no en un misterio ajeno a ellos que tienen que observar y resolver.

Comenzamos nuestra historia años mas tarde de los acontecimientos ocurridos en Nueva Orleans. Donde nuestros protagonistas se separaron, siguiendo cada uno su camino, algunos mejor que otros, y desgraciadamente con la revista Dreaming Spires disuelta. Pero (gracias Victoria), aquello que hace años dejaron sin resolver, vuelve para atormentarlos, pero también para unirlos una vez mas en una última aventura.

Sobre la trama no puedo decir más, pero os puedo asegurar que éste es un libro lleno de sorpresas, de giros de la trama, de una prosa tan tan bella y unas escenas tan tiernas, o llenas de acción o de amor o de risas... Da igual lo que escriba, porque es maravilloso.

No puedo hacer más que repetiros que lo leáis, que merece cada segundo, que no os arrepentiréis de comenzar esta trilogía, y que os quedaréis con ganas de más.

Un besito,
Mar